Historia

Nanegalito es una parroquia heredera de un pasado histórico muy rico a pesar de ser la parroquia más joven del noroccidente. Estudios recientes demuestran que esta zona se encontraba habitada por culturas prehispánicas formando parte de la cultura Yumbo que alcanzó un gran desarrollo político, económico, tecnológico y social. Uno de los mayores logros arquitectónicos que deja ver su conocimiento astronómico es el Centro Ceremonial Tulipe.

Desde la Colonia Nanegalito era el sitio de paso obligatorio entre Quito, Gualea, Pacto y Nanegal. En 1915 las tierras de Nanegal y Nanegalito no tenían importancia a causa de la carencia de medios de transporte y comunicación. Sin embargo, desde 1890 empiezan a llegar los primeros colonos a la región, quienes impulsan la explotación agrícola y reparten la tierra entre varias familias que construyen casas cerca del camino. El sector poco a poco fue poblándose con casas alejadas entre sí conformando primeramente el nuevo caserío conocido como Nanegal Chico, con el objetivo de diferenciarlo de la Parroquia Nanegal a la que se le conocía con el nombre de Nanegal Grande.

En 1938 se crea la primera escuela fiscal, con el nombre de Túpac Yupanqui ubicada en el actual barrio de Santa Elena con establecimiento propio y 17 alumnos. En el año 1952 se organizó el primer comité pro mejoras entre todas las familias que habitaban el caserío. Resultó electo primer presidente el señor Gerzán Calderón, quien convocó a los moradores a encuentros deportivos para aglutinar y seguidamente proponer la necesidad de elevar a Nanegal Chico a la categoría de parroquia. Tras un largo proceso, el 14 de noviembre de 1952, por ordenanza Municipal es elevada a la categoría de parroquia; cambio que materializa la descentralización del Gobierno Central, mecanismo administrativo mediante el cual se puede estimular a los sectores marginales, a convertirse en agentes autogestionarios de su desarrollo.

Nanegalito es conocido como “El pueblo donde nacen las nubes”, constituye la entrada al Noroccidente de Pichincha, ubicada a tan solo
una hora de la ciudad de Quito, goza de un clima y un paisaje de privilegio considerando como un ecosistema mega-diverso de la Bioregión chocó
Biogeográfico, ponderando por propios y extraños, tierra de gente amable
y trabajadora, donde día tras día nos esforzamos por lograr mejores tiempos para nuestros hijos y para nuestra Patria, lugar donde miramos el futuro con fe y optimismo.

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